Xa estamos todos sentados. Somos case trinta persoas do mesmo concello, agardando que outros decidan que será de nós. Xa queda menos tempo para desfacernos da angustia, da incerteza. Ninguén quere perder a esperanza e anhelan que o pesadelo remate axiña. Síntome como no mundo do revés, van xulgarnos aqueles que terían que ser xulgados.
En la plaza de Vigo a diez de Octubre de mil novecientos treinta y seis, reunido el Consejo de Guerra ordinario de plaza para ver y fallar la causa instruida por procedimiento sumarísimo contra los procesados paisanos… ANTONIO MOJÓN VÁZQUEZ, …. dada cuenta en la causa en Audiencia pública, oída la acusación fiscal y la defensa.
RESULTANDO.- Que el día diecisiete de Julio último se inició un movimiento militar de carácter nacional lo que dio lugar a que al declararse el Estado de Guerra desde los primeros instantes se hicieran cargo del mando y Gobierno legítimo de la Nación las Autoridades Militares.
RESULTANDO.- Que contra este Gobierno legítimo se alzaron en armas los partidos políticos que integran el Frente Popular los que constituyendo partidas militarmente organizadas en distintas partes del territorio nacional hostilizaron y de hecho hostilizan aún a las tropas antes y después de la declaración del Estado de Guerra, que por lo que se refiere a la Octava División orgànica, fue declarado este estado de excepción el día veinte de Julio. –Transcripción literal.
Len e len. Contra todos teñen algunha cousa. Como terxiversan os feitos. Como menten. Aínda non me nomearon, esqueceríanme?, qué poderán alegar na miña contra, se eu non fixen nada.
CONSIDERANDO.- Que a los mismos efectos y en lo que se refiere al procesado ANTONIO MOJÓN VÁZQUEZ, tiene también en cuenta el Consejo la mayor trascendencia que en este procesado por su cultura y profesión de maestro nacional encierran los hechos por el realizados ya que en su calidad personal necesariamente ha de ejercer influencia evidente sobre aquellos que le rodeaban entre los cuales es indiscutible tiene el cargo, prestigio y autoridad. -Transcripción literal.
Vaia, a miña falta é ser mestre. Eu que non me comportara de maneira violenta, acúsanme por ser docente. No son tan parvos, decatáranse de que o ensino é un instrumento moi poderoso. Cultura para o pobo famento de coñecemento, para sacalo do engano e do sometemento, eso si mete medo aos que queren impoñer un sistema de opresión pola forza.
Tan orgullosos que estaban todos de min. Con 17 anos mestre, aos 20 anos con escola propia, en Campo Mojado, Asturias. Se non viñera pasar as vacacións na casa, pode que non me atopara nesta situación. ¿Cómo estarán os meus alumnos?, ¿e as súas familias?, ¿resistirán os asturianos?. Agora van ler as condenas ¿cántos anos de cadea terei que sufrir?.
FALLAMOS que debemos condenar y condenamos a cada uno de los procesados MARIA GOMEZ GONZALEZ, JESUS EUGENIO PÉREZ PÉREZ, TIRSO GOMEZ FREIJIDO Y ANTONIO MOJON VAZQUEZ Y JUSTO MOURE a la pena de muerte.
¡Pena de morte!, pero ¿por qué?. Eu mesmo entregueime, non quería que fixeran dano a meu pai ou a meus irmáns, ¿qué me poderían facer?. ¡Pena de morte!. Todo o sacrificio da miña familia, o afán do meu mestre, da miña nai, ¿para qué?. Pasado mañá é o meu aniversario, 21 anos, tan só 21. Eu quería que os fillos dos que non teñen recursos tivesen as mesmas oportunidades que os fillos dos ben situados. E iso é o que non me queren perdoar, desexan a miña vida a cambio do meu atrevemento, e vana levar.
Antonio Mojón Vázquez
Outra vez no cárcere. Rematou o sufrimento por se alguén menciona o meu nome en voz alta cando chega a noite, xa non aparecerei morto nunha cuneta, poderei despedirme dos meus e a eles quedáralles o consolo de darme sepultura. Saberán o como, o onde e o cando do meu asasinato. Outras familias non poderán ter esa sorte.
Queda pouco tempo e teño que despedirme da miña familia, coa pluma que me trouxera meu pai de Nova York. Meu pai, un emigrante máis, nesta terra de emigración, que traballou de ebanista no taller dun xudeu, facendo mesas de billar. Lémbrome que cando había un pouco máis de diñeiro na casa era para libros, para a nosa educación. Que dor para el, ver que o motivo da súa loita é o que me ten aquí pechado, as súas ideas de xustiza, de progreso, o orgullo de ter un fillo mestre.
Vigo 25 de Octubre de 1936
Querido padre:
Tiempo hace que ya le debería tener escrito, pero después de la sentencia dictada por el Jurado que nos juzgó el día 10 del corriente, y viendo que nuestra vida estaba para desaparecer de un día a otro, o está, nunca creí que después de tal sentencia fatal nos dejasen vivir tanto tiempo. (…) Pasaron 15 días y nuestra última hora aún no ha llegado. En vista de ello, cojo la pluma para escribirle esta carta ¿quizá la última? No sé. (…)
¡Qué cosa más grande es para mí una visita! Ahora solo faltaba que cuando tuviesen ocasión mandasen a Fefita y a María Teresa, y a no poder ser las dos, que fuese al menos Fefita. (…)
Un abrazo tan grande que alcance a todos.
Les quiere.
Antonio.
Que será da miña familia....
Ser socialista, qué pecado máis grande cometín contra eles. Nunca quixen ningún mal para os caciques do concello, a eses que van a misa tódolos domingos e que non poden perdoar que miña conciencia estea máis limpa que a deles. Tamén hai xente boa, que se compromete buscando avales para evitar a nosa morte, pero as miñas esperanzas son poucas.
Para mi familia:
Queridísimos hermanos, padres y abuelitos:
Quiero ser yo el que les comunique la suerte que yo he corrido, aunque creo que ya lo sabrán. (…) ¡Con que dolor le escribo estas líneas, pues sé que en vez de un alivio, será un puñal más que se clavará con ahínco en sus corazones (…)
Papá, Vd. piense en mis hermanitos. Refrénelos para que ninguno llegue a un final como el mío. Que tomen la política como cosa muerta. Que se aparten completamente de todo partidismo político. (…)
Hermanos de mi alma, para vosotros también un recuerdo. No lloréis ninguno mi muerte y sed muy buenos para papá y mamá. (…) No tener pena ninguna y que esta carta sea el portador de un abrazo tan extenso que alcance a todos y de un beso tan fuerte que se oiga desde Vigo en Cañiza.
Adiós para siempre.
O máis doloroso que vou a facer na miña vida é escribir esta carta. Non sei se terei as forzas para facelo. Esta carta para miña nai. Mamaíña, que loitou tanto por un futuro que xa non existe. Ela, gobernando a casa, a terra e coidando dos seus fillos co seu marido lonxe. Teño que dicirlle tantas cousas e non sei de canto tempo dispoño.
A ti, madre querida, para ti, madre de mi alma, es esta mi última carta. En ella te mando mi último abrazo, mi último beso. Y con ella mi último recuerdo, si mamaiña, pues tú has ocupado mi mente hasta el último instante que me quedó de vida.
Quiero que no sufras por mí. Ya que la vida ha sido tan cruel conmigo, ya que me ha castigado tan duramente, sé tu fuerte. Piensa, madrecita en los otros seis hijos que te quedan. Añádele ya al cariño que le profesas, el que me tenías a mi, aunque dejes un poquito para tu hijo muerto, para tu Antonio. (…)¿Qué vale mi vida comparada con la tuya? Nada. (…)
Y por última vez te pido que me perdones por todos los sufrimientos que te he hecho pasar en todo el lapso de mi corta vida. Pues tu perdón lo es para mi todo. ¡El perdón de mi madre!...¡El perdón de lo que más quise en este mundo! (…)
Madre mía, ya que el pulso me falla, ya que las lágrimas me vendan los ojos, y el dolor me trastorna el cerebro, y aquí quiero dar fin a esta carta, la última que he de escribirte, la última de mi vida.
Madre queridísima, mi último adiós para ti, mi adiós postrero. Mi último recuerdo para ti.
Adiós para siempre, mamaiña.
Tu hijo.
Antonio.
Síntoo moito mamaíña, síntoo de verdade.
Xa están aquí, veñen anunciarnos o que non queriamos escoitar. Todo remata.
Consecuente con su escrito de hoy, participo a Vs. que he acordado que la ejecución de la sentencia de última pena recaída en causa num. 432, por Vs. instruida, contra los paisanos JESÚS EUGENIO PÉREZ PÉREZ, TIRSO GOMEZ FREIJIDO, JUSTO MOURE y ANTONIO MOJÓN VÁZQUEZ, tenga lugar en el día de hoy, a las dieciséis horas, en las inmediaciones del Castillo del Castro de esta Ciudad.
¡VIVA ESPAÑA!
Vigo, 31 de octubre de 1936.
EL COMANDANTE MILITAR. -Felipe Sánchez-
Ese capelán diríxese directamente a min, seguro que quere confesarme como aos meus compañeiros.
–Dígame usted que quiere que confiese, si yo no hice nada malo a nadie, si no cometí falta alguna. Si es necesario me confesaré ante el pueblo entero de Vigo, no hurté, no hice daño, no maté. Para mi los que tienen que confesarse son ustedes, examinen sus conciencias y miren lo que tienen encima de ellas. Preocúpese por su alma.
....
Non o podo crer, lévanme neste camión á morte como un cordeiro ao matadoiro. Non sei que lle pasará a miña familia e que pasará coa nosa República, coa nosa oportunidade de saír deste atraso, deste mundo de miserias económicas e morais. Non me verán derrotado, animarei aos compañeiros, levantarei meu brazo e gritarei ben forte ¡¡Viva a República!!.
Unha testemuña explicaría despois:
Yo lo vi. Levantó su brazo y gritó: ¡Viva la República!. Después nos subieron al Castillo del Castro, formó el pelotón de fusilamiento y sonaron las descargas. Yo vi caer a Antonio. Uno de sus compañeros a pesar de las heridas, se quedó de pie, inmóvil, hasta que lo abatieron. Al final sólo fui un testigo, imagino que para describir a los demás la cara que tenía la muerte en esos días, el rostro del fascismo.
C E R T I F I C A M O S : Que designados por el Sr. Comandante Militar de esta Plaza, para asistir al cumplimiento de sentencia firme en causa instruida por el delito de rebelión contra los paisanos ….. y ANTONIO MOJON VAZQUEZ, y una vez cumplida ésta, fueron reconocidos los reos, los cuales presentaban signos ciertos e indudables de muerte.-
Josefa Mojón Vázquez na Praza da Cañiza. 9 de agosto de 2006.
Josefa Mojón Vázquez, Fefita, conta que o único que lles quedou do seu irmán foi un debuxo que lles mandou desde a cadea coa seguinte inscrición: “Recuerdo que le dejo a mis queridísimos padres y hermanos hecho la víspera de mi fusilamiento”. A pluma coa que escribiu as cartas, pluma que a familia recuperou anos despois cando un compañeiro de prisión, ao finar a súa condena no penal do Dueso, entregoulla a seus pais. E o exemplo dunha vida que serviu de guía para seus irmáns e sobriños.
Josefa explica: miña nai colleu unha depresión da que nunca se recuperou, as veces de xeonllos imploraba a Deus velo unha vez máis. Cando o meu pai foi buscar as cinzas do meu irmán ao cemiterio de Pereiró, en Vigo, para enterralas na nosa vila, mandou facer unha lápida na que fixo gravar: “el 31 de octubre de 1936 una fatal guadaña segó tu preciosa vida a los 21 años de edad”. Cada ano para Tódolos Santos repintábamos as letras e os curiosos acercábanse a ler o epitafio. Os fascistas de A Cañiza e Ribadavia intentaron por tódolos medios que se quitara esa inscrición, pero meu pai dixo que iso terían que facelo por riba do seu cadáver.
Fefita, a irmá pequena que Antonio quixo ver antes de morrer, 70 anos despois fixo un sentido homenaxe a seu irmán na praza do seu concello. Certas personaxes, nas que persiste o resentimento inxustificado, trataron de impedilo. Pero o acto fíxose, Josefa conseguiu emocionar a moita xente coa súas palabras, provocou aplausos e bágoas, lembrou a Antonio e aos seus compañeiros. Ela foi valente, non refusou o seu compromiso co seu irmán e coas súas ideas políticas. Se tiveramos que atopar unha palabra para definir a esta muller e a súa marabillosa familia sería, sen dúbida, a palabra humanidade.
Agora xa non poden afogar as nosas voces, temos o dereito e a obriga de contar a historia dos nosos.